lunes, 10 de junio de 2013

Explicaciones.

Tuve una fuerte discusión con mis labios, ellos no quieren, no pueden entender que te hayas alejado, no comprenden por qué no quieres besarles, ¿Será que no saben besar? No, no es eso, es que no te gusta lo suficiente cómo te besan, me echan la culpa, me critican, y me han prohibido tocar otros labios que no sean los tuyos. Mi cintura no quiere entender que no es su culpa, que no es que ya no sea diminuta y cómoda, el problema es que no es suficiente para ti. Mi espalda está en mi contra, me proporciona dolores horribles, como los que tú sufres a veces, pero lo hace porque ahora me odia, odia saber que no es lo suficientemente linda como para recibir tus besos. Mis manos, de un día para otro se han vuelto ásperas, cuando ayer eran dulces y suaves, piensan que tal vez sean demasiado pequeñas, y eso no es suficiente para ti. Mis ojos están inundados, las lágrimas caen de mis retinas como si fuese El Salto Ángel. Mi cuello, que se ha aliado con mi espalda, no me deja ni mirar a los lados sin ocasionarme un terrible dolor.  Mi aliento ya no es cálido, ahora es frío, tanto que siento como mi garganta se congela con cada suspiro. Mis cigarrillos fueron muy considerados conmigo, no me reprocharon absolutamente nada, cumplieron su labor de llenar mis pulmones con su veneno en silencio. Los dolores de mi estómago, que habían desaparecido casi por completo, han vuelto más fuertes y agudos que nunca, las mariposas eran las únicas que podían mantener a raya el dolor y ya han muerto. Mis piernas se sienten débiles, sensibles al saber que nunca más sentirán el roce de las tuyas.  Mis brazos sienten que no tienen razón de ser, su único placer era rodear tu figura, y hasta eso les ha sido vetado. Mis cuadernos han sido quemados, no soportaron el hecho de que ya tu nombre jamás se posaría en sus páginas, de alguna manera que aún no logro explicar, se volvieron cenizas ante mis ojos, está de más decir que mi diario se esfumó con ellos. Ayer tuve mi último sueño contigo, también mi primera pesadilla, en la cual tú también eras el protagonista, pero ésta vez no fue una historia llena de amor y fantasía, sólo eras tú repitiendo una y otra vez, esa horrenda frase "No, no me gustas lo suficiente." una y otra y otra y otra vez, sólo pude despertar de ese horrible sueño gracias a mis lágrimas, que estaban haciendo que me ahogara. Mis oídos se rehúsan a escuchar palabra alguna que venga de tus labios, porque saben que ya no serán palabras dulces, serán frías como el hielo, como mi interior. Mi voz hoy descansó, no me atreví a cantar por miedo a reventar en llanto porque cada letra, cada oración de todas las canciones que tanto amo suenan a ti y sólo a ti. La Luna me llamó anoche, estaba agobiada porque no salí a conversar con ella, pero no pude aceptar que me viera en tan mal estado. Alegría y Tristeza por primera vez en años no están peleadan, Alegría no para de llorar y Tristeza la consuela, es consciente de que la función de una es estar mal, mientras la de la otra es estar bien, y por primera vez en su vida, Tristeza debe ser fuerte por Alegría, para que ésta no se derrumbe por completo. Con las últimas dos no me he podido enfrentar, mi cerebro está atiborrado de recuerdos, pensamientos, letras, consonantes, sílabas, palabras, oraciones, párrafos infinitos dirigidos a ti y sólo a ti. Y mi corazón se resignó a que de nuevo, al final del día, no fue suficiente.

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